Gestionar su tierra implica un proceso continuo de aprendizaje de ensayo y error. Cada tipo de suelo tiene sus propias necesidades únicas, y cada fuente de agua para riego tiene sus ventajas y desventajas.
En entradas anteriores del blog, comentamos algunos de los elementos esenciales necesarios para contar con un sistema de riego eficiente que produzca el máximo rendimiento, y simultáneamente que minimice los costos:
- Principales causas de la obstrucción de emisores en los sistemas de riego
- Formas de proteger su sistema de riego de problemas de obstrucción
- Tipos de filtros para sistemas de riego
- Diseño de su sistema de riego para ahorrar recursos
También hemos hablado de los múltiples beneficios del uso de los filtros con autolimpieza automática.
Un sistema de filtración, al igual que el sistema de riego al que protege, requiere mucho mantenimiento. Además, a medida que las fuentes de agua potable de alta calidad se vuelven más escasas, se utiliza en el riego cada vez más agua reciclada y agua no potable como la proveniente de los pozos. Estas fuentes de agua contienen a menudo múltiples factores de obstrucción como ser: partículas de arena, limo, arcilla y materia orgánica, que gradualmente se acumulan en la superficie interna de la malla del filtro y provocan el desarrollo de una denominada torta de filtración. Si no se elimina esta torta de filtración, puede continuar acumulándose y ser lo suficientemente gruesa como para obstruir el filtro. Esto entonces lleva a la disminución del rendimiento del filtro y a su vez puede conducir a la presencia de emisores obstruidos, que entre otras cosas, puede interrumpir la distribución uniforme del agua a los cultivos, e incluso detener por completo el riego.
El mantenimiento y limpieza de tipo manual de su sistema de filtración insume valiosos recursos – tiempo y mano de obra – Usted puede ahorrar en ambos ítems mediante el uso de filtros con autolimpieza automática. Además, los filtros autolimpiantes son hidráulicamente más eficientes ya que utilizan la cantidad exacta necesaria de agua y no hay desperdicio de agua como en los casos de lavados y limpiezas manuales. Como resultado de ello, se reducen los costos de uso de mano de obra y de agua.
La tecnología detrás de los filtros autolimpiantes de Amiad
El proceso de filtración
El agua cruda ingresa por la entrada del filtro y pasa primero a través de la malla gruesa que captura los restos y sedimentos de gran tamaño. El agua luego continúa fluyendo por el filtro y pasa a través de la malla fina interna que captura las partículas remanentes más pequeñas. Un interruptor de presión diferencial (DPS) monitorea la presión causada por la acumulación de restos en la malla interna. Cuando se mide una diferencia de presión previamente especificada, se inicia el proceso de autolimpieza. El mecanismo de limpieza interna remueve los residuos acumulados en la malla, los que luego son descargados.
El proceso de autolimpieza
El ciclo de autolimpieza es iniciado por una de las siguientes condiciones:
- Una señal del interruptor DP, que está preestablecida en 7 psi (0,5 bar)
- Un parámetro de intervalo de tiempo configurado en el controlador
- Comienzo manual, activado por la aplicación móvil ADI-P (dentro del rango de Bluetooth) o por medio de un teclado del controlador electrónico
La válvula de lavado se abre a la atmósfera para crear una poderosa fuerza de succión en las boquillas del escáner, removiendo en forma efectiva las partículas de suciedad de la malla y descargándolas del filtro.
La tecnología de succión y escaneo de Amiad
Una de las características que hacen únicos a los filtros autolimpiantes de Amiad es su exclusiva tecnología de succión-escaneo, que produce un 100% de limpieza en la superficie de la malla y utiliza menos del 1% del total del agua de proceso. Esta es la proporción más baja entre el agua de proceso y de descarga de todos los métodos de limpieza automatizados que compiten en el mercado (esta proporción puede variar dependiendo de las condiciones de la aplicación específica). Cuando se activa el ciclo de autolimpieza, se abre la válvula de descarga. Esto crea una poderosa corriente de retrolavado y un potente efecto de succión en la boquilla de succión-escaneo que remueve completamente las partículas de suciedad de la malla.
El agua de retrolavado fluye a través de las turbinas hidráulicas, haciendo que giren y por consiguiente también lo hagan los escáners. La caída de presión de los pistones fuerza a los escáners de succión a realizar un movimiento axial. Esta combinación de rotación y movimiento axial mueve el escáner de succión hacia arriba, asegurando que las boquillas barran y limpien todo el lado interno de las mallas finas. La fuerza de succión hace que el agua fluya hacia atrás a través de las boquillas, removiendo la torta de filtración y provocando su expulsión del filtro a través de la válvula de descarga.
El ciclo de autolimpieza se activa cuando los sólidos suspendidos se acumulan en forma de torta de filtración sobre la superficie de la malla (medida por la presión diferencial). Esto significa que la limpieza se realiza solo “cuando es necesaria”, mediante un uso mínimo de agua y energía.
La tecnología de succión-escaneo de Amiad elimina la necesidad de aislar el filtro durante el ciclo de autolimpieza, y esto, junto con el requerimiento de una mínima descarga, permite un flujo ininterrumpido del proceso.
Todo esto y más con el Sigma Pro y el Mini Sigma de Amiad
Los filtros Sigma Pro y Mini Sigma de Amiad cuentan con autolimpieza automática, son poliméricos, y poseen múltiples mallas, están diseñados para ser de fácil uso, son durables, eficientes y sencillos de instalar. Ambos filtros tienen configuraciones flexibles de entrada-salida para permitir opciones versátiles de instalación. Vienen en tres modelos diferentes, con tamaños del Sigma Pro entre 4” y 8” y del Mini Sigma (que es considerablemente menor) entre 2” y 4”.
Tanto el Sigma Pro como el Mini Sigma tienen mecanismos de limpieza exclusivos que utilizan un mínimo de energía. El ciclo de limpieza utiliza solo 1,5 bar en comparación con otros filtros automáticos autolimpiantes del mercado que usan entre 2 y 2,5 bar.
El Sigma Pro y el Mini Sigma están equipados con el nuevo Controlador ADI-P de Amiad (opcional para el Sigma Pro). El controlador interactúa con la aplicación para smartphones de Amiad y envía informes detallados con datos y rendimientos de filtración. El ciclo de limpieza es activado por un interruptor DPS, pero a diferencia de otros filtros, el controlador ADI-P le permite al usuario elegir intervalos de tiempo específicos o iniciar el ciclo de limpieza en cualquier momento.